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A principios de este período de tres meses, que concluye el CEIP, la Profesora Caridad Ruiz de La Algaida puso en marcha el proyecto Escuela de la Solidaridad Inclusiva. Para su desarrollo tiene una red de voluntarios que acompañan a los alumnos a trabajar en los aspectos sentimentales. Estos tratamientos no se conciben como lecciones privadas sino más bien como una oportunidad para crear relaciones saludables, amorosas, seguras y de confianza entre el niño y la persona que lo acompaña.
La Escuela Solidaria Inclusiva es un proyecto para la atención sensible de los alumnos. Tal y como asegura su director, Diego Castro, "en nuestro centro estamos convencidos de que el éxito escolar procede de la confianza en nosotros mismos y la convicción de que tenemos la posibilidad de conseguir cualquier objetivo que nos propongamos".
El voluntariado, que es el elemento más importante a fin de que este proyecto dé excelente resultados, acompaña a los alumnos una vez a la semana, a través de videollamadas, generando un apoyo compartido y una tutoría que es un aporte motivacional primordial. El marco para el desarrollo del programa es el juego. La importancia del juego en los niños es primordial para su avance sensorial y mental, creativo, cooperativo, lúdico y afectivo. Además, posibilita la interacción y el aprendizaje, ofreciendo espacios de encuentro en los que el aspecto sensible juega un papel fundamental. Teniendo en cuenta esta última característica, los estudiantes experimentan conmuevas como la sorpresa, la expectativa o la alegría a través del juego, y asimismo aprenden a resolver los conflictos sentimentales (vergüenza, miedo, timidez, inseguridad, agresión ...) satisfaciendo sus necesidades y deseos. ámbito seguro y relajado.
También consigue gradualmente herramientas que lo ayudan a resolver ocasiones cotidianas de forma independiente. En todos y cada sesión se ofrece una actividad fácil que deja el diálogo, a partir de la cual cada voluntario desarrolla su sendero de acercamiento con el niño.
La estrategia del proyecto se apoya en la oferta de actividades dinámicas en todos y cada sesión enmarcadas en una animación general que: motivan a los estudiantes, facilitan encuentros y relaciones, brindan un espacio de seguridad y seguridad y desarrollan situaciones de acompañamiento sensible y motivacional. Es esencial señalar que estas actividades son únicamente una herramienta, una "excusa" para facilitar el acercamiento online. “Lo importante no es la actividad, es la relación”, afirma Diego Castro.
Miguel Marcos Sáez, educador social del centro, y Hortensia Aranda, enseñante y experto en educación sensible, acompañan a los voluntarios en este proyecto.
Entre los otros autores de referencia, nos hablan de María Montessori y citan una de sus oraciones: "Si un niño se porta mal es por el hecho de que no está bien".
Esta frase capta realmente bien la esencia de este programa. “Creemos que el confort emocional del niño es primordial y beneficia no solo al niño mismo, sino más bien también a su familia y al contexto popular. También entendemos desde hace décadas y gracias a la neurociencia, que los pequeños que se encuentran con un bloqueo emocional difícilmente tienen la posibilidad de entrar al estudio desde un criterio cognitivo. A través de un buen acompañamiento sensible, también contribuimos a una mayor probabilidad de éxito académico y curricular para los alumnos.