09/04/2016

¿Dónde está mi hachís?: Los dueños del alijo abortado en Sanlúcar buscan a los que se lo llevaron


CNA SANLÚCAR DE BARRAMEDA/Pepe Contreras
 
 ¿Puede uno robar sin peligro a un narcotraficante? ¿apropiarse de un fardo de hachís con dueño encontrado en la playa? La operación abortada por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) en la playa de Bonanza (Sanlúcar de Barrameda) esta pasada semana podría provocar ajustes de cuentas entre la banda que organizó el alijo y los vecinos que, aprovechando la confusión, se apropiaron, al parecer, de buena parte de los casi 80 fardos de hachís. CANAL DE NOTICIAS DE ANDALUCIA desvela los detalles de la nueva situación.

 

 

Los vecinos del barrio sanluqueño de Bonanza comentan, con temor, que el ‘dueño’ del alijo, al parecer, estaría muy indignado no ya por no haber recuperado la mercancía tras la operación de las fuerzas de seguridad, sino porque le fue robada luego por personas que acudieron a la playa al escuchar las evoluciones del helicóptero del SVA sobre la lancha neumática en la que -según ha explicado a Diario de Cádiz el propio jefe provincial de Aduanas, Santiago Villalba- se transportaba unos 80 fardos de hachís.

 

 

 

 

Fuentes policiales estiman que en el mercado negro, aunque el valor depende del país donde se haga la venta final, cada fardo puede alcanzar un precio de unos 25.000 euros. En la calle, una tableta de apenas cien gramos de hachís viene a venderse por unos cien euros.
De hecho, encontrar fardos de hachís en las playas de Rota a Sanlúcar, incluso en las riberas del Guadalquivir, río adentro, es algo frecuente cuando se abortan operaciones ilícitas. En Barbate, a ese tipo de personas se les conoce popularmente como “bosquimanos” y trabajan coordinadamente recuperando fardos en motos scooter que les permiten eludir la posible persecución policial al adentrarse en caminos y veredas de la dehesa cercana a la playa con gran facilidad.

 

 

 

 

 

 

El problema luego es revender esa droga en el mercado negro, ya que está muy controlado por las bandas de narcos gracias a sus redes de informantes.

 

 

Fardos de hachís intervenidos por el SVA en Andalucía

 

 

 

 

 

 

Misión de vigilancia

 

 

 

 

 

 

“Fue algo inesperado, los compañeros del helicóptero actuaron bien pero quién iba a esperar que un grupo de gente, con niños, se le echara encima…” dice un agente del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), cuerpo dependiente de la Agencia Tributaria.

 

 

 

 

 

 

Un suceso que guarda mucha similitud con otros vividos hace una década en la playa linense de La Atunara, cuando cientos de personas no tenían miedo de enfrentarse a la Guardia Civil en la playa mientras se descargaban cajas de tabaco de contrabando.

 

 

 

 

 

 

La operación de Sanlúcar de Barrameda de esta semana, en la que un agente aduanero fue acosado peligrosamente por un grupo numeroso de vecinos (con mujeres y niños) no habia sido prevista por el SVA. Lo que era una operación contra la droga estuvo a punto de convertirse en un grave problema de orden público.

 

 

 

 

 

 

El helicóptero, sin apoyo inicial en tierra o mar de otras unidades del SVA y tampoco de Guardia Civil o Policía Nacional, se encontró “de pronto”, relata un curtido agente a CNA, “con todos los signos de un alijo de droga, sobre las siete de la tarde”, a plena luz del día.

 

 

 

 

 

 

El aduanero, tripulante del helicóptero con la función de observador, saltó a tierra para verificar que había droga en la embarcación interceptada. Y a partir de ahí todo se precipitó…

 

 

 

 

 

 

La marabunta se le echó encima (algunos compañeros comentan que en el incidente se le rompió la camisa del uniforme). El vídeo subido por un ciudadano (JRR) a You Tube, muestra al helicóptero (que ha grabado todo con su cámara de alta definición) sobrevolando la playa de un lado a otro, con el foco central apuntando a la arena. En el colectivo del SVA hay preocupacion sobre el modus operandi del dispositivo. No salió bien.

 

 

 

 

 

 

¿Más coordinación con otras fuerzas de seguridad habría sido aconsejable? Parece que desde el helicóptero se informó al COS (centro operativo de comunicaciones).

 

 

 

 

 

 

Otro asunto, que formará parte de las diligencias del SVA, es si funcionó o no el SIVE, el sistema integral de vigilancia cuya eficacia está más que probada en otros puntos del litoral gaditano.

 

 

 

 

 

 

Fuentes del SVA explicaron a CNA que el suceso ocurrió a plena luz del día, entre las siete y las ocho de la tarde, ante muchas personas que se sintieron atraídas por el ruido de la aeronave. Algo que no es inusual, ya que agentes han realizado intervenciones a mediodía en la misma zona y aprovechando la entrada de pesqueros o mercantes que suben el río, en dirección al puerto pesquero de Bonanza o Sevilla.

 

 

 

 

 

 

De haber ocurrido de madrugada el procedimiento no habría entrañado peligro para el agente observador, que habría saltado a tierra, verificado la mercancía y luego dado aviso a otras fuerzas de seguridad o a sus propios compañeros de unidades en tierra, si la operación pudiera haber sido prevista.
 
 
 
Acosado en la playa
 
El azar ha querido además que el patrullero de media altura y estrella del SVA, Gerifalte, se encuentre sometido a tareas de mantenimiento anuales en el varadero del astillero sanluqueño de Bonanza, a pocos metros de donde tuvo lugar la interceptación de la lancha con el alijo y los posteriores incidentes con los vecinos que se llevaron los fardos.

 

 

 

 

 

 

...Coño, como en los “mejores” tiempos en las rías…….. o en La Atunara……y aquéllos no eran tiempos de crujir de dientes como ahora, sino los locos 80 y 90, no hay excusa, la pasta fácil es lo que tiene, a muchísimos le tienta. Y quizás pase otra vez por los Caños de Meca y aledaños ¿de qué va a vivir el pueblo, verdad?
Podemos dar gracias a Dios que no ha ocurrido una desgracia, esta gente lo unico que respetan son los pelotazos de los antidisturbios, nosotros ante un caso asi con nuestros medios no podemos hacer nada. (Foro del SVA)

 

 

 

 

 

 

Lo ocurrido en la playa de Bonanza el pasado viernes no sorprende a casi nadie en Sanlúcar de Barrameda, una ciudad que nunca termina de ser noticia por hechos similares, alijos, en embarcación neumática o en un pesquero, de grandes cantidades de droga, principalmente hachís.

 

 

 

 

 

 

La pregunta que muchos se hacen es la razón por la que no llegó antes el apoyo policial a los agentes del SVA, dado que el observador llegó a estar seriamente en apuros, solo, junto al hachís.

 

 

 

 

 

 

Los agentes, según la versión aportada por Villalba, optaron por retirarse a toda prisa del lugar. De la droga poco se sabe, salvo que ahora dicen que está siendo buscada por quién había organizado todo.  
 
 
Porteadores

 

 

 

 

 

 

La media del ‘pase’ está en torno a las dos toneladas. Y los capos o intermediarios son generosos con los porteadores, que llegan a percibir cantidades que están entre los 2.000 y 3.000 euros por cada operación, según fuentes consultadas por CNA.

 

 

 

 

 

 

Las familias están al tanto de todo. Pasar hachís es un modo de vida, ilícito, pero el dinero fácil, y ahora la crisis, hace que se olviden las responsabilidades legales en el núcleo familiar.

 

 

 

 

 

 

Y en una zona caliente del narcotráfico, en el tramo litoral entre las playas de Montijo (Chipiona y Bonanza), que siente como toda la provincia los efectos de la crisis, todo queda resumido con una frase que corre de boca en boca, presuntamente pronunciada por alguien protagonista: “ya tengo para ponerle los reyes a los niños”.   Ver vídeo en You tube   
Vídeo: Vigilancia Aduanera emitido en Antena3:

 

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