Aprendiendo a ser social
Publicado el 01/12/2013
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Juan de Dios Regordán

Acabo de leer un titular que dice: “El PSOE señala que la crisis impide ahora construir el Materno Infantil”. “La Junta ha priorizado las políticas sociales a la obra pública” “En el contexto económico actual hace “inviable” que se pueda impulsar ahora el proyecto de construcción del Hospital Materno Infantil”.
“El presupuesto de la Junta de Andalucía de 2014 se ha confeccionado priorizando las políticas sociales y primando estas a una mayor inversión en obra pública”. La pregunta que interiormente me hago es: Pero, ¿qué es una política social? ¿No es social un Materno Infantil en Algeciras? ¿A quién va dirigido el mensaje? Y en seguida me vino a la mente la organización de las abejas y las hormigas. Ellas no darían una rueda de prensa así ni dejarían sin construir su hospital
Me ha encantado observar por espacios de tiempo el funcionamiento de hormigueros. Recuerdo también que cuando era pequeño mi padre me enseñó cómo poderse acercar a una colmena sin que piquen las abejas. Hay que acercarse con serenidad, sin miedo, despacio y sin soliviantarlas. Pasé bastantes ratos contemplando su actividad y su maravillosa organización. Volaban cerca, rodeando mi cuerpo. Unas entraban a la colmena cargadas de polen y otras sacaban deshechos y a zánganos holgazanes. En la colmena el trabajo está perfectamente establecido, sin gente en el paro ni acumulación de cargos. Si alguna persona o animal se acerca para molestar, pronto se comunicará la orden de defensa por la supervivencia entre ellas y atacarán.
Como las hormigas, las abejas son sociales, no tienen una existencia aislada y necesitan vivir en colonias. Una colonia fuertemente organizada siempre compuesta de obreras, zánganos y una sola reina. Las obreras son exclusivamente abejas hembras y suelen oscilar entre 30.000 y 70.000 abejas en una colmena. Trabajan sin tregua y se encargan de todas las tareas necesarias para el funcionamiento de la colmena. Pero, al contrario de las hormigas que tiene asignada una sola tarea específica para toda su vida, las abejas pasan por el desempeño de todas las tareas, durante una vida que, por término medio dura unas semanas, unos cuarenta y cinco días. Tienen garantizada una buena infancia, una experiencia de trabajo, no hay paro, ni enchufes, asegurada la pensión con una tercera edad bien forjada.
Durante los cuatro primeros días de su vida, la obrera limpia la colmena y los alvéolos. Del día 5 al 11, es nodriza y ceba de jalea real las larvas de los alvéolos reales. Del 11 al 13, se convierte en almacenera: su papel consiste en almacenar el polen y el néctar en los alvéolos y en ventilar la colmena, agitando muy rápidamente sus alas para mantener la temperatura y humedad ideal. Del día 14 al 17 las glándulas productoras de cera de su abdomen ya desarrolladas, se vuelve cererera y edifica los panales. Del día 18 al día 21 es centinela y está de guardia a la entrada de la colmena para rechazar a los intrusos, avispas, mariposas e incluso a los zánganos. A partir del día 22 y hasta su muerte irá de flor en flor a cosechar néctar, polen: se vuelve libadora y trae la comida a la colmena.
Cosas sencillas ayudan a aprender comportamientos sociales y, por tanto, humanos. ¿No necesitan niños campogibraltareños el Materno Infantil? Los políticos deben abandonar los aspavientos. Los ciudadanos les exigimos buena administración de recursos, acercarse a la verdad con respeto, no jugar con las palabras. Pensar que se puede engañar a la gente es grave error. Si no tiene algo que decir, no hable. Calladitos se está mejor
Juan de Dios Regordán Domínguez